LA PRIMERA MISA TRAS LA CONQUISTA DE AMÉRICA, SE CONSAGRÓ CON VINO DE JEREZ
Al año del primer viaje, Colón vuelve a salir para las Indias, esta vez del puerto de Cádiz, con tres carrascas o galeones, de cien toneladas y catorce naos o carabelas, con una tripulación de 1.500 hombres. La Reina doña Isabel la Católica había pedido a Jerez trigo para "facer bizcochos" con destino a las "justas".
La soberana envió esta cédula real: "....Deuoto prior de Santo Domingo, de Xerez, yo vos mando que los setenta y nueve mil ochocientos e sesenta maravedíes que por otra mi cédula mandé a Martín de Salinas que vos diese para la paga de cierto pan que se tomó a ciertos vecinos de Xerez de la frontera, por que los prestaron el año pasado de noventa y tres para facer bizcocho para bastecimiento de las justas que fueron por mi mandato el dicho año con el Almirante Christóbal Colón a las Indias, les desde e paguedes....Es el trigo que asy prestaron sesenta caíces e medio (726) fanegas sin contar las 78 ya pagadas a Pedro Camacho, en total 804...".
Parte de este trigo fue dejado para simiente, siendo, por tanto, el primero que se sembró en aquellas tierras vírgenes. Y con el trigo, Jerez suministró vino, entrando así nuestro néctar en la Historia, comenzando a hacer patria, bandera y blasón de España, y se santificaban en el primer altar levantado sobre el Nuevo Mundo, trigo y vino jerezano que sirvieron para la primera misa bajo unas ceremonias que marcaran la historia paras siempre con el sello de nuestra ciudad.
Claustro del Convento de la Merced, donde se hospedó el Almirante Cristóbal Colón, antes de su partida a las Indias
Dicen que esta primera misa en América la celebró un jerezano, el padre Juan Infantes. Téngase en cuenta que Colón fue protegido por los padres mercedarios; que el Almirante, antes de su empresa, estuvo hospedado en los conventos de la Orden de Jerez y Córdoba, y que el confesor de este último, a la sazón confesor de los Reyes Católicos, fue quien les representó al soñador marinero.
Sin aseverar ni negar lo de la primera misa, me limito a trasladar lo que dice Parada y Barreto en su historia "Hombres Ilustres de la Ciudad de Jerez de la Frontera", de que en las crónicas de la Orden Mercedaria figura el padre Infantes como el primero que llevó la religión de Cristo a aquellas apartadas latitudes, señalando que el cronista fray Pedro de San Cecilio escribió expresamente un libro para sostener esta honrosa primicia sobre los frailes de Santo Domingo y San Francisco, que con más o menos fundamento se las disputan, habiendo de cierto y seguro que en el primer viaje, ningún religioso acompañó a Colón, y sí en el segundo fueron varios, bajo la dirección del benedictino Juan Brull.
Menciona Parada y Barreto que en el convento mercedario de Jerez, fundado en 1268 por el ínclito obispo y mártir de la Orden de San Pedro Pascual, de Valencia, existía un retrato del padre Infantes, con una descripción en latín, la que el padre San Cecilio traduce así:
"Fray Juan Infantes, hijo de esta casa, celador fervoroso de la gloria del crucificado triunfador. Acompañando a Colón en el descubrimiento de las islas de los Indios de que tomó posesión por los Reyes Católicos, dijo allí la primera misa, y para tomar posesión de la América por Jesucristo crucificado, volvió la Hostia consagrada en sus manos y la manifestó a las cuatro partes del mundo. Admiráronse de tan gran celo el Almirante mismo y todos los soldados cristianos que con él estaban. Año de Cristo de 1493".
"Cristóbal Colón", dibujo y grabado de J.M. Galván
Según el cronista aludido, el padre Infantes conoció a Colón estando él de vicario en el convento de Córdoba, en el que se hospedó el Almirante. Adolfo de Castro, en su "Historia de Jerez", asegura, por su parte, que fray Juan Infantes fue visitador de la Orden en Méjico, y que murió atravesado por la lanza un pariente de Moctezuma mientras estaba diciendo misa.
De todos los datos aportados y de todo lo dicho, sacamos en consecuencia que Jerez, con su trigo, su vino y sus frailes mercedarios, contribuyeron no poco al descubrimiento de América.
Rodrigo DE MOLINA
Al año del primer viaje, Colón vuelve a salir para las Indias, esta vez del puerto de Cádiz, con tres carrascas o galeones, de cien toneladas y catorce naos o carabelas, con una tripulación de 1.500 hombres. La Reina doña Isabel la Católica había pedido a Jerez trigo para "facer bizcochos" con destino a las "justas".
La soberana envió esta cédula real: "....Deuoto prior de Santo Domingo, de Xerez, yo vos mando que los setenta y nueve mil ochocientos e sesenta maravedíes que por otra mi cédula mandé a Martín de Salinas que vos diese para la paga de cierto pan que se tomó a ciertos vecinos de Xerez de la frontera, por que los prestaron el año pasado de noventa y tres para facer bizcocho para bastecimiento de las justas que fueron por mi mandato el dicho año con el Almirante Christóbal Colón a las Indias, les desde e paguedes....Es el trigo que asy prestaron sesenta caíces e medio (726) fanegas sin contar las 78 ya pagadas a Pedro Camacho, en total 804...".
Parte de este trigo fue dejado para simiente, siendo, por tanto, el primero que se sembró en aquellas tierras vírgenes. Y con el trigo, Jerez suministró vino, entrando así nuestro néctar en la Historia, comenzando a hacer patria, bandera y blasón de España, y se santificaban en el primer altar levantado sobre el Nuevo Mundo, trigo y vino jerezano que sirvieron para la primera misa bajo unas ceremonias que marcaran la historia paras siempre con el sello de nuestra ciudad.
Claustro del Convento de la Merced, donde se hospedó el Almirante Cristóbal Colón, antes de su partida a las Indias
Dicen que esta primera misa en América la celebró un jerezano, el padre Juan Infantes. Téngase en cuenta que Colón fue protegido por los padres mercedarios; que el Almirante, antes de su empresa, estuvo hospedado en los conventos de la Orden de Jerez y Córdoba, y que el confesor de este último, a la sazón confesor de los Reyes Católicos, fue quien les representó al soñador marinero.
Sin aseverar ni negar lo de la primera misa, me limito a trasladar lo que dice Parada y Barreto en su historia "Hombres Ilustres de la Ciudad de Jerez de la Frontera", de que en las crónicas de la Orden Mercedaria figura el padre Infantes como el primero que llevó la religión de Cristo a aquellas apartadas latitudes, señalando que el cronista fray Pedro de San Cecilio escribió expresamente un libro para sostener esta honrosa primicia sobre los frailes de Santo Domingo y San Francisco, que con más o menos fundamento se las disputan, habiendo de cierto y seguro que en el primer viaje, ningún religioso acompañó a Colón, y sí en el segundo fueron varios, bajo la dirección del benedictino Juan Brull.
Menciona Parada y Barreto que en el convento mercedario de Jerez, fundado en 1268 por el ínclito obispo y mártir de la Orden de San Pedro Pascual, de Valencia, existía un retrato del padre Infantes, con una descripción en latín, la que el padre San Cecilio traduce así:
"Fray Juan Infantes, hijo de esta casa, celador fervoroso de la gloria del crucificado triunfador. Acompañando a Colón en el descubrimiento de las islas de los Indios de que tomó posesión por los Reyes Católicos, dijo allí la primera misa, y para tomar posesión de la América por Jesucristo crucificado, volvió la Hostia consagrada en sus manos y la manifestó a las cuatro partes del mundo. Admiráronse de tan gran celo el Almirante mismo y todos los soldados cristianos que con él estaban. Año de Cristo de 1493".
"Cristóbal Colón", dibujo y grabado de J.M. Galván
Según el cronista aludido, el padre Infantes conoció a Colón estando él de vicario en el convento de Córdoba, en el que se hospedó el Almirante. Adolfo de Castro, en su "Historia de Jerez", asegura, por su parte, que fray Juan Infantes fue visitador de la Orden en Méjico, y que murió atravesado por la lanza un pariente de Moctezuma mientras estaba diciendo misa.
De todos los datos aportados y de todo lo dicho, sacamos en consecuencia que Jerez, con su trigo, su vino y sus frailes mercedarios, contribuyeron no poco al descubrimiento de América.
Rodrigo DE MOLINA
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