"QUERER EL ORO Y EL MORO", UN REFRÁN DE ORIGEN JEREZANO
Vaya por delante un ejemplo entre los muchos que se pueden subrayar en toda la historia jerezana, por que algunos ya saben como se las gastaban los antiguos nobles jerezanos, que no dejaban pasar ni una, incluido al mismísimo rey, aquí otro ejemplo, de cuando la cosa no estaba clara y Jerez, ante todo, tenia que mantener prestigio y su honrosa bandera.
En cierta ocasión, los jerezanos negaron a un monarca, una partida de buenos caballos. El rey se había creído que en Jerez se criaban caballos para regalarlos por las buenas, y en esta confianza, se llevó unos cuantos, sin pagar nada por ellos, haciéndose el "Tonto", hasta que los jerezanos hartos de tanta gangas reales, le dijeron al rey, que si quería más caballos pagase los que se había llevado antes.
Existe un refrán....!: "querer el oro y el moro", sepamos el origen de este adagio que algunos dicen que es leyenda y otros, historia de la buena.
Allá por el 1426, durante el reinado de don Juan II, cuando el príncipe moro Abdalá, llamado por otros Tejín, alcaide que era de Ronda y su sobrino Hamet, se colaron en ciudades cristianas de nuestra región e introdujeron sus huestes en estas para que fuesen saqueadas y robadas, secuestrando, y posteriormente pidiendo ser rescatados mediante una fuerte suma de dinero que se repartían entre sus apresores.
Soldados cristianos de Jerez, realizando una incursión en tierras del Reino de Granada
Hamet, tampoco fue muy desgraciado que digamos. Doña Ana Rodríguez, esposa de Alonso Fernández de Valdespino, lo tuvo recluido en su casa, y al cabo algún tiempo lo cedió al corregidor de Sevilla, mediante la entrega de cien doblas de oro, coste su guardia y manutención.
Rehenes cristianos capturados para posteriormente pedir rescate
Nos cuenta en este relato Serafin Rodrigo, que alguien sopló al rey sucedido que, don Juan II, pidió y exigió, la entrega de los cautivos y lo cobrado por su rescate, dando lugar a grandes porfías entre el monarca y la nobleza de la ciudad.
Encabezando la protesta, los jerezanos; Nuño Fernández de Villavicencio, Sancho García de la Santa, Nuño Díaz, Diego Gómez, Álvaro López, Diego Mirabal, un tal Tocino, Pedro de Roca, Gonzalo Gutiérrez, Francisco García Bellón, Fernández Padilla, Fernán Rodríguez de Cordoba, Francisco López Grajal y, otros muchos, lo que, tomado a mofa las exigencias del rey, decían que éste lo que "quería era el oro y el moro", pasando a formar parte del dicho adagio al refranero popular.
No solo pretendía no pagar caballos y otros antojos..., sino ademas pedir rescates a rehenes cristianos sin ninguna impunidad como tal cosa!!.
"Querer el oro y el moro", tuvo pues, su cuna en Jerez de la Frontera.
Fotos de: laalacenadelasideas.blogspot.com.
Vaya por delante un ejemplo entre los muchos que se pueden subrayar en toda la historia jerezana, por que algunos ya saben como se las gastaban los antiguos nobles jerezanos, que no dejaban pasar ni una, incluido al mismísimo rey, aquí otro ejemplo, de cuando la cosa no estaba clara y Jerez, ante todo, tenia que mantener prestigio y su honrosa bandera.
En cierta ocasión, los jerezanos negaron a un monarca, una partida de buenos caballos. El rey se había creído que en Jerez se criaban caballos para regalarlos por las buenas, y en esta confianza, se llevó unos cuantos, sin pagar nada por ellos, haciéndose el "Tonto", hasta que los jerezanos hartos de tanta gangas reales, le dijeron al rey, que si quería más caballos pagase los que se había llevado antes.
Existe un refrán....!: "querer el oro y el moro", sepamos el origen de este adagio que algunos dicen que es leyenda y otros, historia de la buena.
Soldados cristianos de Jerez, realizando una incursión en tierras del Reino de Granada
Hamet, tampoco fue muy desgraciado que digamos. Doña Ana Rodríguez, esposa de Alonso Fernández de Valdespino, lo tuvo recluido en su casa, y al cabo algún tiempo lo cedió al corregidor de Sevilla, mediante la entrega de cien doblas de oro, coste su guardia y manutención.
Rehenes cristianos capturados para posteriormente pedir rescate
Nos cuenta en este relato Serafin Rodrigo, que alguien sopló al rey sucedido que, don Juan II, pidió y exigió, la entrega de los cautivos y lo cobrado por su rescate, dando lugar a grandes porfías entre el monarca y la nobleza de la ciudad.
Encabezando la protesta, los jerezanos; Nuño Fernández de Villavicencio, Sancho García de la Santa, Nuño Díaz, Diego Gómez, Álvaro López, Diego Mirabal, un tal Tocino, Pedro de Roca, Gonzalo Gutiérrez, Francisco García Bellón, Fernández Padilla, Fernán Rodríguez de Cordoba, Francisco López Grajal y, otros muchos, lo que, tomado a mofa las exigencias del rey, decían que éste lo que "quería era el oro y el moro", pasando a formar parte del dicho adagio al refranero popular.
No solo pretendía no pagar caballos y otros antojos..., sino ademas pedir rescates a rehenes cristianos sin ninguna impunidad como tal cosa!!.
"Querer el oro y el moro", tuvo pues, su cuna en Jerez de la Frontera.
Fotos de: laalacenadelasideas.blogspot.com.
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