EL PROYECTO DEL FERROCARRIL JEREZ - ALMARGEN, EL TREN QUE NUNCA SE MATERIALIZÓ
El proyecto nació en 1876, y se debe principalmente a la actividad de los jerezanos don Tomás Díez y don Francisco L. Díez, hijo y sobrino, respectivamente, de don Luis Díez y Fernández de la Somera, y nietos del primer concesionario Díez Imbrecths.
Don Emilio Sánz de Bustamante con estos magníficos colaboradores, señores Díez, consiguió se diese principio al fantástico proyecto del ferrocarril de la Sierra, tan útil y necesario.
Esta iniciativa ocuparía una comarca de más de doscientos mil habitantes, que en la mitad del siglo pasado, ocupaban estas regiones.
He aquí algunos datos, en aquella época, por termino medio anual, donde podremos ver la riqueza agrícola de esta región por la que atravesaría el ferrocarril:
Ademas de estos productos, esta zona producía : alpiste, habas, panizo, yeros (una leguminosa parecida a la algarroba), veza (una especie de planta que se utiliza para forraje de calidad), garbanzos negros, patatas, algodón, tabaco, frutas, hortalizas, vinos, madera, leñas, corcho, bellotas, carbón vegetal etc, etc.
Y si esta riqueza es su riqueza agrícola, seguiremos con la ganadera:
He aquí una zona muy rica, según estos datos de 1954, que en años posteriores se podrían considerar más elevados. Donde toda esta riqueza huyó de Jerez, por no tener medios de comunicación con la sierra, virtiendo sus beneficios hacia otros lugares más distantes, pero de más cómodo transporte.
En 1946, esta era la situación de las obras:
Primera sección; Comprende el trozo de Jerez a Arcos, de 30 kilómetros, donde estuvo completada la construcción. Al empezar la guerra de la liberación ya se encontraban en Jerez, acumulados los elementos precisos para la superestructura, como traviesas, vías, etc.
Necesidades imperiosas de nuestra Cruzada, hicieron trasladar este material a Bilbao.
Segunda sección; Comprende el trozo de Arcos a Olvera. Las obras estaban terminadas, pero el abandono de muchos años las hicieron casi inservibles. La construcción del pantano de Bornos, obligó a una desviación de la linea férrea en diez kilómetros.
Tercera sección; Comprende el tramo de Olvera a Almargen, de cuyos 24 kilómetros, estaban 15 terminados, necesitándose una desviación en el trazo, debido a lo movedizo del terreno.
Como es de suponer, todos estos trozos en completo abandono, sufrieron con el tiempo y el desamparo los desperfectos lógicos.
Los dignísimos alcaldes de nuestra ciudad de nuestra ciudad, se enfrentaron con este problema e hicieron gestiones sobre su terminación.
Hemos de citar a D. Juan J. del Junco y Reyes, don Antonio Mateos Mancilla entre otros, sin olvidar a el Conde de Guadalhorce, en una visita a Jerez en 1948, apoyando y manifestando la importancia de este ferrocarril y sus beneficiosas consecuencias en la economía de la región, subrayando la labor de don Miguel Primo de Rivera, al que se le debe gran parte de las obras.
El ilustre don Miguel Primo de Rivera, al que se debe gran parte de las obras realizadas en el ferrocarril Jerez - Almargen, y tanto impulso dio al proyecto
Don Francisco Velázquez Gaztelu, cuando ocupó la alcaldía de Arcos, consiguió de los poderes públicos en noviembre de 1946, a raíz de una buena campaña en el periódico "Ayer", la concesión de 11.156.311 pesetas, para las obras de la variante Arcos-Bornos.
En la actualidad, lo que comenzó como un gran proyecto económico que pudo marcar el comercio, la economía y transporte de nuestra comarca, es utilizado, debido a no llegar a culminarse, con otro fin muy distinto, al senderismo, cicloturismo y a paseos a caballo, con un recorrido de 38 kilómetros entre las localidades de Puerto Serrano y Olvera.
Donde debería de circular trenes trenes, actualmente circulan personas en la llamada "Vía Verde".
Túnel en desuso, proyectado inicialmente para el paso de dicho tren. Foto de Senderismo Cádiz
Rodrigo de Molina
El proyecto nació en 1876, y se debe principalmente a la actividad de los jerezanos don Tomás Díez y don Francisco L. Díez, hijo y sobrino, respectivamente, de don Luis Díez y Fernández de la Somera, y nietos del primer concesionario Díez Imbrecths.
Don Emilio Sánz de Bustamante con estos magníficos colaboradores, señores Díez, consiguió se diese principio al fantástico proyecto del ferrocarril de la Sierra, tan útil y necesario.
Esta iniciativa ocuparía una comarca de más de doscientos mil habitantes, que en la mitad del siglo pasado, ocupaban estas regiones.
He aquí algunos datos, en aquella época, por termino medio anual, donde podremos ver la riqueza agrícola de esta región por la que atravesaría el ferrocarril:
- 35.000.000 de kilos de aceitunas, de las que saldrían 5.000.000 de litros de aceite
- 107.480 quintales métricos de trigo
- 18.414 quintales métricos de cebada
- 13.311 quintales métricos de maíz
- 16.433 quintales métricos de garbanzos
Ademas de estos productos, esta zona producía : alpiste, habas, panizo, yeros (una leguminosa parecida a la algarroba), veza (una especie de planta que se utiliza para forraje de calidad), garbanzos negros, patatas, algodón, tabaco, frutas, hortalizas, vinos, madera, leñas, corcho, bellotas, carbón vegetal etc, etc.
Y si esta riqueza es su riqueza agrícola, seguiremos con la ganadera:
- 7.018 cabezas de ganado de labor
- 13.680 cabezas de ganado de cría
- 15.468 cabezas de ganado de producción
- 22.110 cabezas de ganado de abastos
En 1946, esta era la situación de las obras:
Primera sección; Comprende el trozo de Jerez a Arcos, de 30 kilómetros, donde estuvo completada la construcción. Al empezar la guerra de la liberación ya se encontraban en Jerez, acumulados los elementos precisos para la superestructura, como traviesas, vías, etc.
Necesidades imperiosas de nuestra Cruzada, hicieron trasladar este material a Bilbao.
Segunda sección; Comprende el trozo de Arcos a Olvera. Las obras estaban terminadas, pero el abandono de muchos años las hicieron casi inservibles. La construcción del pantano de Bornos, obligó a una desviación de la linea férrea en diez kilómetros.
Tercera sección; Comprende el tramo de Olvera a Almargen, de cuyos 24 kilómetros, estaban 15 terminados, necesitándose una desviación en el trazo, debido a lo movedizo del terreno.
Como es de suponer, todos estos trozos en completo abandono, sufrieron con el tiempo y el desamparo los desperfectos lógicos.
Los dignísimos alcaldes de nuestra ciudad de nuestra ciudad, se enfrentaron con este problema e hicieron gestiones sobre su terminación.
Hemos de citar a D. Juan J. del Junco y Reyes, don Antonio Mateos Mancilla entre otros, sin olvidar a el Conde de Guadalhorce, en una visita a Jerez en 1948, apoyando y manifestando la importancia de este ferrocarril y sus beneficiosas consecuencias en la economía de la región, subrayando la labor de don Miguel Primo de Rivera, al que se le debe gran parte de las obras.
Don Francisco Velázquez Gaztelu, cuando ocupó la alcaldía de Arcos, consiguió de los poderes públicos en noviembre de 1946, a raíz de una buena campaña en el periódico "Ayer", la concesión de 11.156.311 pesetas, para las obras de la variante Arcos-Bornos.
En la actualidad, lo que comenzó como un gran proyecto económico que pudo marcar el comercio, la economía y transporte de nuestra comarca, es utilizado, debido a no llegar a culminarse, con otro fin muy distinto, al senderismo, cicloturismo y a paseos a caballo, con un recorrido de 38 kilómetros entre las localidades de Puerto Serrano y Olvera.
Rodrigo de Molina
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