LOS CARTUJOS DE JEREZ, PRIMEROS FRAILES TAURINOS DE LA HISTORIA.

LAS ORDENES RELIGIOSAS FUERON LOS INICIADORES DE LAS VERDADERAS GANADERÍAS DE TOROS DE LIDIA.


A los frailes quizás les debemos la iniciación de las verdaderas ganaderías de toros de lidia, ya que ellos fueron los primeros sobre los que quienes se tienen noticias ciertas y concretas de que criasen toros y de que los enviaran a las plazas para su lidia.

Por cierto que hay tratadistas que aseguran que el marcaje de las redes, así como el uso de las divisas, las iniciaron los frailes y que esta divisa era blanca en principio.



                                                                                                  Yeguas Cartujanas 1991, foto Paco Jordi



ORÍGENES DE LAS VACADAS FRAILERAS


Quizás a finales del s. XVI, o más concrétamente durante el s.XVII, es cuando las comunidades religiosas, al menos de Andalucía, reúnen toros, mansos y bravos, sin distinción de origen ni características, procedentes de los diezmos que los agricultores ganaderos les pagaban.

Empiezan ya a seleccionar el ganado, hasta entonces de sangre bastarda por la mezcolanza de los diferentes castas, empiezan a perfilar su tipo, a depurar su crianza compaginando la santidad propia de su estado religioso, con la afición taurina, resultando pistoréscamente curioso que los monjes, sin desprenderse de sus hábitos, cuidaran sus toros.

Sabido es, que siglos atrás, se tomaban o sacaban los toros para las fiestas taurinas, de las toradas que se pensaban los tuvieran más fieros, cometido éste, que se les encargaba a gestores entendidos, por norma general eran los carniceros, por ser los hombres más prácticos y enterados de los lugares de crianza y de quienes poseyeran esas reses.

Así vemos que ya en 1550 y para la corrida que el Ayuntamiento de Pamplona, organizara en el día de Santiago, se le compró un toro al Abad de Unzué, por nueve ducados viejos. Esto prueba que por aquel entonces, s. XVI, ya existían en Navarra ganaderías con viso eclesiásticos que criaban toros para correrlos en fiestas taurinas.

Pero centrémonos en lo nuestro; fueron bastantes aquellos frailes que por Andalucía tuvieron piaras de toros bravos y entre esas comunidades religiosas con ganaderías de toros de lidia, tenemos a los Cartujos de Jerez, que constituyeron sin duda la vanguardia de los frailes ganaderos y cuyos toros se distinguían por el "Papillo", o papada que sus criadores hacían a las reses en señal de la largueza de su vacada, toros que en 1614, ya los tenían y jugaban.




                                                                                                                    Salto al Cielo





De hecho construyeron una placita al lado de la capilla de "Salto al Cielo", construida en piedra, siendo esta la más antigua de España, lo que confirma que allí los mayorales de la finca tentaban reses que ellos mismo criaban en aquellos inmensos pastos, que luego lidiaron en los cosos más importantes.



                                                                                 Entrada al tentadero de "Salto al Cielo", foto de Pedro Oteo




                                                                                                                    Tentadero

"Es verdad que los primeros ganaderos de bravo fueron los frailes Cartujos de Jerez. Los entroques que de su ganado hicieron Cabrera, Espinosa, Zapata, Gallardo, Vázquez y los cruzados de esta ganadería con la de Vistahermosa lo afirman"



                                                                               


Informes que han de disputarse por fidedignos, aseguran que usaron para marcar sus toros en principio al menos, la misma marca de la Cartuja que para los caballos, consistente en aquella en una cruz con tres calamones en potenza, sobre el pedestal de un pequeño triangulo.

Nuestros frailes cartujo de Jerez, cedieron la mitad de su ganadería , a principios del s.XVIII , a sus hermanos los Cartujos de Sevilla, quienes con divisa blanca y caña, ya lidiaron sus toros en 1731 en la Maestranza de Sevilla.







Real Convento de Santo Domingo de Jerez, cuyos se cree procedían en todo o parte, de los cartujanos jerezanos. Usaban estos toros como hierro o marca, una especie de cruz de áncora, según señala el "Libro de Hierros" que Felipe Rodríguez publicara en 1776, y cuyos toros, con divisa blanca y negra, se lidiaron en 1775 en el Puerto de Santa María.



ABC, Historias y Leyendas de Xerez, José Castaño Rubiales.

Comentarios

  1. Interesantísimo artículo , soy jerezano y no conocía en absoluto ni relacionaba los toros de lidia con los Cartujos.
    Me ha parecido realmente una auténtica curiosidad histórica.

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